Manada

Cuando yo fui lobato encontré un mundo maravilloso que era ajeno a todo lo que tenía en la escuela o en el barrio, encontré niños de mi edad que compartían conmigo su comida, su cobija y me animaban a ganar las rupias para el “ankus” de mi seisena, cada sábado mi Akela nos enseñaba algo nuevo, nos contaba historias increíbles sobre una tierra lejana, una selva donde vivían animales tan especiales como cada lobato, y justo ahí adquirí mi nombre de selva, Ferao, que me ha seguido durante el resto de mi vida, mi familia misma me llama así, mis amigos saben de ese nombre pero solo mis hermanos lobos saben el misticismo que guarda tener un nombre de selva.
Al paso de los años el lobato se ha convertido en viejo lobo, un Ferao que sigue soñando con atrapar a los banderlogs para darles su merecido y siempre desdeña ser como Tabaqui, ustedes hermanos lobos deberán seguir su propio camino y no encuentro mejor guía que la que nuestro fundador nos ha dado, los animo pues a leer y practicar lo escrito en “El manual del lobato” que fue escrito por BP, compártanlo con sus padres con sus viejos lobos, y con todos los lobatos que sean parte de su seisena, les aseguro que cada dentellada les dejara algo nuevo y bueno para la vida de niños que tienen, disfruten ser niños, disfruten ser lobos, que tengan buena caza.

 

Aquí puedes ver el manual del lobato

Por cada dentellada te recomiendo tener una plática con tu Akela, Bagheera o viejo lobo en tu manada, recuerda que puedes hacer comentarios en el blog sobre cada tema que te interese, si gustas puedes enviarme un resumen de cada dentellada que des, no importa el tamaño del texto, no dejes de compartirlo también con tus padres y de enseñar a los demás lobatos sobre lo que el libro tiene para ustedes.

Los viejos lobos que tienen a cargo una manada, les recuerdo que si bien el libro debe sufrir adecuaciones a nuestros tiempos, en el encontraran la esencia de la vida de lobatos que debemos trasmitir a nuestros lobeznos.

Tu y yo somos de la misma sangre.